Por ClaudiaRita.-
Recordar a Bosch y el golpe de estado del 1963 es prácticamente un deber ciudadano, porque nos lleva a grandes reflexiones y nos ayuda a vestirnos de cordura para reconocer el gran daño que le causó ese fatídico evento al desarrollo de nuestra sociedad.
Los primero que nos llama la atención es cómo se ha incrementado en las redes sociales el mencionar a Juan Bosch con el único propósito de sacarle en cara al partido de gobierno los fallos que tiene, pero al mismo tiempo, existe un gran desconocimiento no sólo del motivo por el cual fue derrocado, también quienes fueron los responsables y cual era el contenido del plan de gobierno y de la Constitución del 1963.
¿Cómo es posible que el aspirante a presidente Alfonso Rodriguez en su redes sociales recuerde con dolor el derrocamiento de Bosch cuando anda promulgando la pena de muerte?
¿Donde estaban muchos que hoy lloran a Bosch cuando este los necesitaba para regresar al gobierno, incluyendo varios de sus familiares?
Y la Iglesia Católica que fue un pilar fundamental para generar el Golpe de Estado ¿Por qué le seguimos dando como sociedad tanto poder?
La Constitución del 1963 reconocía los derechos humanos incluso de los reclusos a quienes protegía de abusos y violencia y declaraba las cárceles como centros correccionales (nada que ver con el aspirante a presidente mencionado arriba), prohibía el latifundio, le daba el derecho a los y las obreras de participar en los beneficios de las empresas donde trabajaban, le otorgaba los mismos derechos a los hijos e hijas dentro y fuera del matrimonio, como también, la igualdad entre hombres y mujeres, entre otras cosas más, unas que se fueron agregando décadas más tarde y otras que no hemos conquistado aún.
Proyectos como facilitarle a la ciudadanía adquirir su primera vivienda, la Ciudad Juan Bosch, La Barquita y Boca de Cachón, el Plan Nacional de Alfabetización, la entrega de títulos a personas que habitan tierras que hasta han heredado de sus familiares, ayudar al campo, dar prestamos a bajas tasas de intereses a personas de escasos recursos para que emprendan su negocio, priorizar el presupuesto en educación, entre otros, son secuelas del plan de gobierno y propuestas del profesor Juan Bosch. (¿No lo sabías?)
Ciertamente, muchos de los valores que promulgó y enseñó con el ejemplo no se mantienen ni siquiera en el partido que creó a su imagen y semejanza (El Partido de la Liberación Dominicana), pero debemos de ser sensatos y recordar a Bosch no sólo con la intención de «restrujarle» al gobierno sus fallas, también debemos preguntarnos si estamos cumpliendo nuestro deber ciudadano con los lineamientos de Bosch y ejerciendo correctamente la lucha por tener cada vez mejores representantes en el Poder Ejecutivo, el congreso y las alcaldías…. la lucha por los derechos de las mayorías y no por el interés de unos cuantos.
Aquí el audio: