Por: Claudia Rita

#NosVestimosDeCordura para hablar junto a Manuel Betances sobre la música de los pueblos y barrios y el poder esta tiene de crear empatía; a propósito del carnaval y de haber visto documental «Residente” como se conoce popularmente al cantautor puertorriqueño René Juan Pérez Joglar.
Hacer un programa con Manuel es como volver a nuestras raíces como programa radial, donde una de nuestras directrices fundamentales es promover nuestra música y costumbres, fortaleciendo así nuestra identidad.
El documental RESIDENTE me dejó bien motivada, se trata de un periplo siguiendo la ruta de origen del ADN del cantautor quien decide viajar a países de Asia y África a buscar ritmos e historias, como también a darle la oportunidad a talentos que son pocos conocidos en la industria musical. Al mismo tiempo denuncia el saqueo que hacen los países imperialistas y el estado de desigualdad gracias a la pobreza.
Orlando nos recomienda ir a ver Cocote, una película dominicana que nos muestra orígenes culturales interesantes y nos saca del típico cliché que existe sobre los dominicanos.
Hice hincapié sobre los diablos cojuelos de la capital dominicana ya que los que más han sido promovidos en los últimos años son los veganos o santiagueros [aquí comparto este artículo de un activista del folklore en el barrio de Villa Consuelo acerca de los diablos capitaleños]
«Hasta los gagás (fiesta de palos) son comparsas y manifestaciones del carnaval, por lo que no se trata solo de los diablos cojuelos, si no, que hasta abril hay pueblos que siguen haciendo celebraciones» agrega Manuel.
Recordé en mi infancia cuando estuve en las actividades de concursos de la canción del carnaval que se hizo por primera vez en 1984 cuando ganó Luis Diaz
Manuel destaca que es muy importante hacer una mejor inversión y que haya mayor apoyo a la cultura en nuestro país, por un lado reclama que las burocracias gubernamentales han abandonado iniciativas como dicho concurso, entre otras.
Es penoso ver como las fiestas patronales y el propio carnaval se está dejando invadir de la dinámica de las empresas licoreras.
Personalmente hice una catarsis sobre la gestión frente a la inversión económica de los Ministerios, en este caso del del Cultura, respecto a que si bien es cierto que cumplir los altos niveles regulatorios de la Ley de Compras y Contrataciones afectan el arte y la cultura donde es habitual la informalidad financiera que existe en el gremio, también existe falta de creatividad y poca voluntad para aprender a resolver con métodos distintos a lo habitual.
Aqui el Audio: